Fumar multiplica por cuatro el riesgo de padecer artritis reumatoide, según el primer estudio realizado en España para confirmar la relación entre el tabaco y esa enfermedad crónica que causa la inflamación de las articulaciones.
Del análisis se desprende que una persona con antecedentes familiares de la dolencia y que fume tiene diez veces más posibilidades de padecer artritis reumatoide.
En el estudio han participado 566 pacientes -290 con artritis reumatoide y 276 sin la enfermedad-, con una edad media de 50 años y de los que el 68 por ciento eran mujeres.